Es importante, vital, trascendental, saber lo que te sienta bien. Y no te estoy hablando de lo que necesitas (que también), me refiero a lo que te hace bien, a lo que te suma, que no es cualquier cosa.
Es básico que te hagas esta pregunta: ¿Qué me sienta bien? porque la respuesta te dará la pista más importante para indagar en el resto. De ahí parte todo. Es el origen. Es el primer paso del camino de tu autoconocimiento y por ahí debes empezar. Está en juego tu bienestar
Y verás. Las cosas que mejor nos hacen suelen ser sencillas. Unas risas con los amigos, un abrazo de alguien que quieres, un gesto amable, un rato sólo para ti… No es nada del otro mundo, no cuesta nada, está ahí mismo.
A veces confundimos lo que necesitamos con lo que nos sienta bien. Es posible que necesitemos un coche nuevo, cambiar el lavavajillas o que nos suban el sueldo. Hasta unas botas de otro color. Pero eso no te hace bien por el simple hecho de necesitarlo. Lo que te suma está mucho más abajo. O arriba, depende de cómo se mire. Lo que quiero decir es que es bastante más accesible.
El problema es que estamos más pendientes de lo que necesitamos que de lo que nos hace bien y por eso a veces confundimos una cosa con la otra aunque no tenga nada que ver.
En realidad, esto (y la vida en general) es mucho más sencillo de lo que nos pensamos. Lo que pasa es que muchas veces tendemos a complicarnos.
Y no se trata de cambiar tu vida de la noche a la mañana. No. La clave no está en tomar medidas tremendistas ni en volverse loco tratando de comprar cosas o buscar donde no es. Eso sería rizar el rizo y yo estoy hablando de otra cosa. De ir sintiendo y descubriendo qué te sienta bien e ir apartando lo que no lo hace.
Préstate atención, escucha tu cuerpo y adapta aquello que te aporta adaptándolo al momento y a las circunstancias. Poco a poco, con conciencia, irás creando tu propio planning, tu rutina ideal, esa que te hace bien. Pero primero para, escucha. Luego actúa. Si algún día no puedes leer un rato o escribir en tu diario o no te ha dado tiempo a tomarte un café en soledad no pasa nada. Ya lo harás al día siguiente.
Pero ponte manos a la obra. Ahora ya lo sabes. Lo que te sienta bien. Tómate un tiempo para escuchar cómo te habla tu cuerpo y tu mente. Y luego hazlo. Te cambiará la vida.
Te deseo un día maravilloso