Cada vez que lo pienso me sorprendo más. ¿Cuántas cosas importantes no nos han enseñado nunca? Importantes de verdad, me refiero. Básicas, vamos.

Por ejemplo, a gestionar bien nuestro tiempo para dejar de decir que no nos da la vida. O a cuidar de nuestra salud y alimentarnos bien (ojo, que hablo de alimentarnos y no sólo de comer). O a encontrar nuestro propósito. También nos podrían haber contado algo sobre educación financiera o manejo emocional.

Y son sólo algunos ejemplos, porque hay muchos otros temas de los que sabemos poco o nada. Y no es ‘culpa’ nuestra porque, sencillamente, nadie o casi nadie nos ha hablado de estos asuntos en profundidad.

Es cierto que, si bien no forman parte de los programas educativos que hay en los colegios, llega un momento en la vida en el que depende de nosotros que eso siga siendo así o no. En nuestra mano está seguir pensando que la vida es así o ponernos en marcha para cambiar esa realidad.

Porque aprender a gestionar el tiempo, por ejemplo, es clave. Muchísimas personas se quejan continuamente de que no tienen horas en el día para hacer lo que les gustaría o para algo tan básico como descansar lo suficiente.

Otras tantas, no encuentran el momento de empezar a cuidar su alimentación porque, primero, desconocen qué es una alimentación sana y nutritiva y, segundo, tampoco saben muy bien cómo hacerlo.

Y, ¿qué me dices de encontrar cuál es tu propósito en la vida (puedes echar un vistazo a este post sobre el Ikigai)? ¿ Y de saber cosas tan básicas como el funcionamiento del dinero o el manejo de las emociones?

Porque el dinero no es algo superficial, ni la salud, ni las emociones (que pueden hacer de nuestra vida un auténtico infierno y también la de que las personas que están a nuestro alrededor), ni tampoco el equilibrio hormonal del que tan poco se habla. Resulta que las hormonas parecen algo un tanto ajeno a nosotros, cuando lo cierto es que pueden hacérnoslo pasar realmente mal.

Yo no sé si a ti te enseñaron algo sobre todo esto. A mí no. Así que me he tenido que poner las pilas yo misma. Y voy aprendiendo y eso me hace ir mejorando. Demos importancia a lo importante y hagámosle un hueco en nuestra vida.

Ya sabes, aprende porque no hay nadie mejor que tú para hacerlo (hablamos de esto también aquí) y también porque esto no se enseña en los colegios, pero ahora puedes ser tu propio maestro.

Que tengas un bonito día.