La razón por la que me enamoré de ayurveda

No soy de enamorarme con facilidad. Me cuesta pero, eso sí, cuando algo me llama la atención y veo que lo nuestro tiene futuro, me rindo y me entrego. Algo así me pasó con la astrología y también con la medicina ayurveda.

No sé si has oído hablar de ella alguna vez, pero sé que hay mucha gente que la desconoce. Ayurveda es la medicina tradicional de la India, que tiene alrededor de 5.000 y que, en buena parte, es el origen de la medicina tal y como la conocemos hoy en día.

En mi camino de sanación y también en el de encontrarme a mí misma, he probado unas cuantas terapias alternativas, un montón de dietas y otros tantos tratamientos. A su manera, todos me han ayudado, pero hasta ahora lo que más me ha convencido y lo que más me ha enganchado es ayurveda.

Y te cuento por qué. Ayurveda me parece sabiduría pura, pero sobre todo sentido común. Es una disciplina holística (que entiende al ser humano como un todo, no como distintas partes separadas) sencilla de aplicar (aunque compleja a la hora de estudiar) y todo lo que difunde tiene coherencia.

Llevo un par de años aprendiendo sobre este sistema de salud y cada vez me gusta más. ‘Ayur’ significa vida y ‘veda’, sabiduría, con lo que su esencia es ‘la sabiduría de la vida‘.

Según ella, todo el universo está constituido con cinco elementos; fuego, aire, tierra, agua y espacio. Todas las personas tenemos, en distintas proporciones, los cinco elementos y son esas proporciones de cada uno lo que nos hace reaccionar de forma diferente ante la digestión, la enfermedad y la vida en general.

A los cinco elementos se unen tres características, que son Vata, Pitta y Kapha. Vata es todo lo que se mueve, Pitta todo lo que transforma y Kapha todo lo que nutre.

Así que, en función de todo esto, cada uno tenemos una naturaleza diferente al resto. Unos tienen más fuego y más Pitta, otros más aire y más Vata… y ahí reside nuestro secreto ayurvédico: en nuestra naturaleza y en función de ella tenemos que aprender a vivir. Si no eres un elefante, no vivas como un elefante porque no está en tu naturaleza y acabarás enfermando.

Esto es ayurveda a grandes rasgos. Saber quién eres, cuál es tu naturaleza y vivir en función de ella.

Uno de sus principios elementales que a mí más me resuena es «similar incrementa similar y lo contrario, equilibra». Así de sencillo. Si tienes mucha sequedad, debes darte y comer más grasa y si tienes más grasa, has de comer más seco. Ahí está el equilibrio.

En otro post os hablaré de rutinas ayurvédicas simples y sanadoras que te aportarán salud y bienestar en tu día a día.

Te deseo un maravilloso día.

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