Me gusta Rosalía. Al margen de su música, que también me llega, me parece una persona profunda que quizás choque con su imagen de superestrella. Cuando se hizo famosa no me atraía. Y, si te digo la verdad, creo que su físico, con aquellas uñas eternas, me daba cierta pereza. Un día vi una entrevista suya y ahí fue cuando me enganchó su naturalidad y sus frases con alma.

Y no te hablo de ella hoy porque haya anunciado que se casa con su novio rapero. No. Me encantan las historias de amor en general porque (y esta es una gran verdad), el amor es el motor que mueve el mundo (y no me refiero sólo al amor romántico), pero no es el asunto de este post.

Lo que yo te vengo a contar es sobre una frase que ha dicho la artista en una reciente entrevista junto a su ahora prometido, Rawl Alejandro. Cuando el entrevistador le pregunto sobre su relación y lo que le había atraído de él, ella lo tuvo claro: «Todos los hombres que han pasado por mi vida, eran ‘emotionally unavailable’ (emocionalmente no disponibles) y cuando conocí a Rawl me di cuenta de que él no tenía miedo a querer y ni a ser querido«.

La frase impactó directamente en mi punto de flotación. Noté un vuelco en mi estómago. Pese a la imagen de rapero malote de él, hay un corazón blandito que no tiene miedo a que los demás lo sepan, ni a dar y recibir amor. Toma ya. Porque eso, no tener miedo a querer ni a ser querido, no es lo más habitual y revela, para mí, una de las grandes verdades de la humanidad: No abrimos nuestro corazón con facilidad.

Y me refiero a abrir nuestro corazón en canal. A abrir los brazos para recibir lo que quiera que venga (visualiza la imagen) y a entregarnos por completo. Dispuestos a querer sin límites, a experimentar lo bueno del amor y también lo menos luminoso. A darnos cien por cien.

Esto me ha llevado en los últimos días a reflexionar sobre el asunto y a darme cuenta de que la mayoría de los hombres que han pasado por mi vida también han sido y son ‘emotionally unavailable’. Y también mujeres, pero menos.

Los hombres también han sido castigados por la sociedad. De forma diferente a las mujeres, pero están heridos porque no se les ha permitido expresas abiertamente sus emociones bajo el castigo de ser unos ‘flojos’. Y de eso queda mucho todavía hoy. Piénsalo.

En realidad, nos da miedo querer y que nos quieran porque el amor es algo tan potente que nos sobrepasa a veces. Y también nos da vergüenza (miedo y vergüenza tienen una estrecha relación). Y eso hace que nos perdamos muchas cosas maravillosas.

Las emociones (y su gestión) son algo que durante mucho tiempo hemos pasado por alto. Las hemos arrinconado en favor de una imagen poco auténtica sobre nosotros. Y debemos integrarlas en nuestra vida como parte nuestra que son.

En la ‘Experiencia Natur&Cosmos’ que te presenté esta semana, trataremos también el tema de las emociones en la creación de tu rutina de autocuidado personalizada. Nuestros miedos son también nuestros maestros y como tal debemos de tratarlos. Porque el bienestar no es tal si no atendemos nuestro lado emocional. Te puedes apuntar a esta experiencia aquí. y recuerda que tiene una promoción especial de lanzamiento del 50% hasta el próximo 31 de marzo. Te va a encantar.

Que tengas un día maravilloso