Te voy a preguntar algo: ¿cómo estás vibrando? Y me refiero así, en general. ¿Te notas arriba o te sientes abajo?

La vibración es algo que se siente. Se nota perfectamente. Y no solo atañe a las personas, sino también a los espacios. Piensa en lo que te produce entrar en la sala de espera de un hospital o en un lugar en el que reina el caos. Ahora, imagina que están en la habitación de un hotel de lujo o que llegas a tu casa, abres la puerta y la encuentras limpia y recogida. Percibes el cambio, ¿verdad?

Pues algo muy parecido nos pasa a las personas. Pasa por tu mente a ese conocido que siempre se queja de lo mal que está todo… ahora a esa amiga que conoces que suele ir por la vida con una sonrisa o algo positivo que decir. ¿Lo ves?

Vibramos continuamente. Somos seres vibrantes. Y eso que llevamos dentro se refleja, irremediablemente, fuera.

Y me explico. Cuando vibras bajito se nota. Y cuando vibras alto, también.

Está claro entonces que lo más interesante y lo que mejor nos sienta es vibrar alto.

Si no sabes muy bien cómo empezar a vibrar en tu mejor versión te doy unos consejos: come bien, empieza a hacer ejercicio si no lo haces ya y rodeate de personas que vibren alto. Es, sin duda, un buen punto de partida para empezar a elevar esa energía tuya.

Pero, ¿para qué? Pues porque cuando te sientes bien por dentro sacarás tu mejor versión y eso te llevará a conseguir muchas más cosas y verás nuevas oportunidades donde antes sólo había un bajón generalizado. Hay que empezar, siempre, desde dentro, desde uno mismo.

Elevar tu vibración es fácil y gratis. Al alcance de tu mano. Cuídate, date tiempo, despeja tu mente y sé cuidadoso con quien te juntas porque eso también se contagia.

Pero, además, te voy a dar otro truco que elevará tu vibración: usa la aromaterapia. Introduce los aceites esenciales en tu vida. Son una forma maravillosa de ‘subirte’ porque tienen una alta frecuencia vibracional.

Y como yo los uso y me beneficio de ellos, te paso tres aceites esenciales que puedes utilizar para vibrar más alto.

Aceite esencial de lavanda. Calma y relaja. Equilibra tanto física como emocionalmente. Sus propiedades son tantas que se podría escribir una tesis doctoral. No me creas, pruébalo.

Aceite esencial de rosa. Es del de más alta vibración de todos los Aes, con más de 300 Mhz. Âra que te hagas una idea, una ser humano con buena salud vibra entre los 62 y los 70 MHz

Aceite esencial de incienso. Te ayuda a conectar con tu poder divino y es un gran apoyo emocional, entre otros muchos beneficios.

Si no tienes un difusor de aceites esenciales, hazte con un botecito y llévalo contigo en el bolso. Puedes aprovecharte de sus beneficios echando una gota en la palma de tu mano, frotando las dos manos, haciendo un cuenquito con ellas e inhalando varias veces profundamente.

Así que ya tienes algunos tips para empezar a elevar tu vibración.

Te deseo un bonito día