No sé si sabes algo de Carlos III, el monarca británico. Es una persona que siempre me ha llamado la atención. Me resulta alguien enigmático, cerrado, que no deja entrever apenas nada de sí mismo. Luego ya, cuando saltó el escándalo de los cuernos que le ponía a Lady Di y aquellas conversaciones surrealistas con su entonces amante Camila, me sorprendió más aún.
Con motivo de su coronación hace unas semanas leí un reportaje sobre él que contaba muchas cosas de su vida. Te he contado en más de una ocasión lo mucho que me enganchan las historias humanas, las biografías e indagar en el por qué de la trayectoria vital de cada uno.
Sentí tanta curiosidad por encontrar algún motivo a lo que contaba de él aquel reportaje que me puse a analizar su carta natal y ahí estaban muchas respuestas. Verás lo maravillosa que es la astrología.
Carlos III tiene Sol en Escorpio, con lo que su identidad pasa por la intensidad, por buscar la esencia de la muerte y la transformación que encarna a Escorpio. Esa intensidad suya a su madre le ponía mala: su carga emocional, su sensiblería, su natural alambicado, la obsesión consigo mismo… y aquí también se manifiesta su Plutón en casa I. La intensidad de Escorpio y Plutón y la emocionalidad del Agua.
Tal y como cuenta en su biografía, algunas de sus amistades lo comparaban con Winnie The Pooh, proclive a la melancolía y a la autoconmiseración (de nuevo su Sol en Escorpio), además de tener a Camila como una parte fundamental en su vida: «la que mejor lo comprende en el plano sexual y emocional», según Tina Brown, una buena amiga de Lady Di. Esta intensidad sexual también es seña de identidad de Escorpio.
Carlos siempre se ha interesado por las artes y ha defendido algunas causas con sinceridad. Esa sensibilidad por lo bello y lo orgánico nos señala a su Luna en Tauro, muy relacionada también con las cosas materiales, la naturaleza, el cuerpo o la estabilidad, por ejemplo.
La distancia (en muchos sentidos) que le separó de sus padres convirtió al actual rey británico en una persona emocionalmente bloqueada, un aspecto que también indica la oposición de su Luna a la casa IV, el hogar. Ahí hay un choque entre lo que se vive en el hogar y la necesidad de sentirse protegido, que no casan bien.
Otros aspectos interesantes de su carta natal son su Virgo en casa III que hace alusión a lo voluntarioso que fue en sus estudios, lo que le llevó a convertirse en el primer monarca británico con título universitario; o su gran problema sobre su existencia y encontrar su papel en la vida a la que hizo alusión en varias ocasiones, que nos habla de su Ascendente en Leo, la necesidad de liderar como punto evolutivo, algo que acaba de encarnar con su ascenso al trono. Un gran paso evolutivo.
Dicen de él que es un jefe muy exigente y que siempre empieza la jornada igual: se levanta antes de la siete de la mañana, lee los periódicos, se toma un té en porcelana china… la estructura propia de su Capricornio en casa VI. Metas y objetivos claros en su vida cotidiana, lo que también se ve claramente en que elabora con precisión militar su agenda para los próximos seis meses. Alucinante, ¿verdad?
Pues todo esto y más, además de ver otros puntos evolutivos en tu camino vital es lo que se puede ver en una lectura de tu carta natal. La astrología es algo que ha existido desde hace miles de años y que se ha usado de forma predictiva y como herramienta, por ejemplo, para saber cuál era el mejor momento para ir a la guerra o por qué aparecen perfiles similares de personas en tu vida una y otra vez. Es una forma de autoconocimiento maravillosa.
Si te apetece que te haga una lectura de tu carta natal, puedes hacerme las preguntas que necesites contactándome aquí. Y si quieres saber cómo te puedo ayudar, aquí.
Te deseo una maravillosa semana.