Veo mucha gente agobiada. El estrés es uno de los males de estos tiempos. Yo misma me estreso con demasiada frecuencia. Mi umbral del estrés es bastante bajo (me hace falta poco para estresarme) y por eso es un asunto que me remueve y que llevo tiempo tratando de controlar. No siempre lo consigo, pero ya tengo una buena caja de herramientas para frenarlo y reducirlo cuando veo que el estrés empieza a superarme.
Hoy quiero compartir contigo una de mis herramientas favoritas para reducir el estrés. Me gusta porque es fácil (en contra de lo que nos han contado) y gratis: meditar.
Si eres de los que piensan que meditar es complicado y que te echa para atrás, déjame decirte una clave: para meditar no tienes que hacer nada. Ni siquiera dejar la mente en blanco (sé lo estresante que puede resultar esto).
Nuestra mente suele estar distraída la mayor parte del tiempo. Pero no podemos forzarla porque eso sí que es difícil. Lo que sí podemos hacer es darnos cuenta de que estamos distraídos para después, amablemente, reconducirla al aquí y ahora. Así una y otra vez y te irás dando cuenta de que, con la práctica, te va costando menos.
«Estar en el momento presente tiene un efecto extraordinario en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en el mundo«, dice Jon Kabat-Zinn (padre del mindfulness). Sólo tienes que empezar a probarlo en pequeñas dosis para experimentar su poder. De hecho, hay cientos de estudios sobre sus beneficios a muchos niveles.
Y es que meditar es observar nuestro cuerpo y nuestra mente, dejando que lo que nos está pasando en ese momento se despliegue, aceptándolo tal y como es. No tiene nada que ver con reprimir otra cosa que no sea el enfoque. Observa el momento presente y si te vas a la lista de tareas pendientes, vuelve a enfocarte de nuevo en el presente. Sigue entrenando.
Eso sí, un cuerpo en calma es una mente en el calma. De ahí la importancia de encontrar una postura cómoda y mantenerla el rato que estemos meditando.
Te dejo en este enlace una meditación sobre autocompasión que he preparado para ti. Espero que te guste y te haga bien.
Te deseo un precioso día.
